Cara y cruz.

Ha pasado una semana desde la gran manifestación del 19-J y el levantamiento de la acampada. 2 noticias importantes quizá desde entonces:

• Primera. Cara. El jueves detuvimos un deshaucio. Mirad, desde que todo esto empezó, se han hecho manifestaciones, concentraciones, asambleas, caceroladas, propuestas, la ILP, las actividades de la acampada, etc. Impedir que una familia se vaya a la calle creo que vale mucho más que todo eso. Como ya dije recién, si el 15-M sirve sólo para eso (que no, que tiene que servir para mucho más) ya habrá valido la pena. Pero lo mejor no es eso, lo mejor es que esta semana vamos a parar otro deshaucio, ya programado, y que, gracias por cierto a la coordinación con la Plataforma de Afectados por la Hipóteca, se avecinan muchos más que también vamos a parar. Y yo hablo de Málaga, pero esto está pasando en muchas ciudades de España. Y va a seguir pasando, no vamos a permitir que los bancos (los mismo bancos que piden un préstamo a Europa, se los concede al 1%, luego se lo venden al Estado al 4% y al ciudadano medio al 11%, enriqueciéndose así a nuestra costa), repito, no vamos a permitir que los bancos echen a nadie a la calle. Ahora los afectados por la hipotéca no están solos, tienen a los indignados a su favor. Y cuentan con la ventaja de que, jeje, somos muchos.
• Segunda noticia. Cruz. En la asamblea de ayer debate sobre la modificación de los ocho puntos (con un abundante listado de propuestas cada uno de ellos) que se consensuaron desde las asambleas de Málaga. Se pretende ahora modificarlas, o debatir para modificarlas. Ya cansa esto. Y creo que debates como éste van a cansar más a mucha gente. A mi modo de ver son un pasito para atrás, y lo que tenemos que hacer es caminar todos hacia delante, y eso pasa por trasladar el debate al ámbito inter-acampadas, o inter-estatal o como se le quiera llamar. Trabajar, entre todas las asambleas de España, para crear un documento consensuado en el que se exponga un listado de propuesta con las que dirigirnos (de una vez) TODOS A UNA a los estamentos políticos. La fuerza del movimiento, lo he dicho varias veces, es que somos muchos, estamos en toda España, y todos queremos lo mismo: justicia e igualdad. ¡Aprovechemos nuestra unión y nuestra fuerza! No quiero pensar que cada acampada-asamblea se está convirtiendo en una célula que al fnal opta por "hacer la guerra por su cuenta".

Trabajemos todos juntos por alcanzar unos objetivos que sean realistas y alcanzables, pero también ambiciosos y que satisfagan a la gran mayoría. Sé que suena difícil, pero... ¿Quién dijo que esto fuera a ser fácil?