"Si luchas, puedes perder. Si no luchas, estás perdido".


martes, 7 de junio de 2011

Acampada sí, acampada no...

En mi última entrada pronostiqué debate sobre el tema del levantamiento de la acampada en la última asamblea, y ya creo que lo hubo. En Barcelona ya decidieron desocupar la Plaza Cataluña, aunque hubo gente que se quedó; en Madrid también lo siguen debatiendo, pero la lluvia impide de momento hacer una votación al respecto; en algunas ciudades mantienen las acampadas, en otras ya la han quitado... ¿Y en Málaga? En Málaga ayer, después de, tal como digo, un intenso debate, se realizó una votación en el que ni los votos a favor del levantamiento de la acampada, ni en contra, ni las abstenciones, consiguieron el 75% necesario que se acordó para adoptar una decisión u otra, por lo que esta tarde habrá nuevo debate y una segunda votación.

Algunas de las posturas que apoyaban la retirada de la acampada de la Plaza de la Constitución apelaban a que ahora que el movimiento se había consolidado, era necesario cambiar la dinámica de funcionamiento, para trabajar mejor, ya que las personas que llevan días (semanas) durmiendo en la plaza están cansadas y es muy probable que se pueda rendir mejor si se prescinde del agotamiento que supone la ocupación diaria de la plaza; además se están creando conflictos por las noches con grupos que no colaboran y a algunas personas les preocupan la imagen que se está dando desde los medios de comunicación (comparándolos con comunas hippies o por el estilo). Por su parte los que defienden el mantenimiento de la acampada se basan en los valores que se han creado dentro de la misma, todo el trabajo que se ha logrado promover desde ella en tan sólo unas semanas y que era inimaginable antes de su inicio, y el valor simbólico que con ello han adquirido: las acampadas son el buque insignia del movimiento, y por ello algunos temen que al desaparecer, el movimiento también se diluya.

Durante el debate se habló mucho de aspectos como éste: simbolismo, unión, organización, estructura... Pero muy poco de estrategia. La acampada, a mi modo de ver, además de un referente desde el que organizarse y expander el movimiento a las empresas, los barrios, la gente... Se ha convertido también en un método de presión, una forma clara y contundente de comunicarnos con aquellos que ostentan el poder y lo usan para su beneficio y el de sus amigos o pagadores en lugar de hacerlo para la mayoría, y una manera de decirles "no nos representáis, no mandáis sobre nosotros". Lo vimos cuando permanecimos en el día de reflexión de las elecciones municipales y autonómicas, desafiando a la junta electoral; lo vimos cuando los mossos d´esquadra echaron a los compañeros de Barcelona salvajemente, y pocas horas después volvieron a ocupar la plaza en masa; lo vimos cuando Esperanza Aguirre y Gallardón se quejaban de la continuidad de la "comunidad chabolista" como la llamaban ellos, esperando a que el gobierno central interviniera para desalojarlos y eso nunca llegó a producirse; lo vimos cuando el propio alcalde de Málaga bajó a la plaza en "misión de reconocimiento", preguntando hasta cuándo pensaban los acampados seguir allí, y aún hoy debe andar perplejo con la continuidad de la acampada. Perplejo y molesto.

Porque ese es uno de los logros de la acampada que no se mencionó ayer. Nos hemos convertido en una molestia para ellos. Somos unos cansinos. Ahora, representamos un problema, y sólo si continuamos siéndolo, se resignaran algún día a escucharnos. Debemos ser como la mosca que rompió el cristal a cabezazos. Nuestros golpes hasta el momento han sido las manifestaciones, las acampadas, la resistencia y la insistencia. Debemos seguir insistiendo en ello. Si se levantan las acampadas les estamos quitando un problema de encima, no lo olvidemos: parte de nuestra lucha estratégica se va al garete. Pero es comprensible por otra parte: la gente está cansada, están naciendo conflictos, etc. Muy bien. No soy  un acampado, y no voy a ser yo entonces quien diga a los que se están quedando cada noche a dormir  que deben seguir haciéndolo cuando yo no lo he hecho nunca. Por eso no intervine en ningún momento en el debate de ayer: deben ser los propios acampados los que decidan sobre el futuro de su acampada. Pero por favor, tened en cuenta una cosa: la acampada es una arma más, otra forma de hacer llegar nuestras protestas y reivindicaciones, de la misma forma que lo puede ser una manifestación o una concentración. Si vamos a perder ese arma, tendremos que ganar otra por otro sitio. Y una excelente alternativa pueden ser las ACCIONES MASIVAS PACÍFICAS. Ayer, al principio de la asamblea se leyó un amplio listado de este tipo de acciones que se había extraído de la reunión el fin de semana en Sol con los distintos representantes de cada acampada. Mi propuesta es que de manera coordinada, el movimiento se plantee hacer cada semana una de estas acciones. Sigamos golpeando el cristal, ¡HASTA QUE SE ROMPA!

De todas formas, parece que "ya me están haciendo caso": PRÓXIMO SÁBADO DÍA 11 CONCENTRACIONES EN LOS AYUNTAMIENTOS Y JUNTAS AUTONÓMICAS PARA "BLOQUEAR" EL PROCESO DE INVESTIDURA DE LOS NUEVOS CARGOS ELEGIDOS EN LAS ELECCIONES; Y PRÓXIMA MARCHA A PIE HACIA MADRID PARA HACER UNA MANIFESTACIÓN EL DÍA 19 EN LA CAPITAL, NACIDA DESDE TODOS LOS PUNTOS DE ESPAÑA (¡¡¡!!!). 

Son acciones como estas las que demuestran que, con acampada o sin ella, el movimiento está más vivo que nunca.

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