"Si luchas, puedes perder. Si no luchas, estás perdido".


lunes, 20 de agosto de 2012

Pena de muerte para ellos

Fragmento de una entrevista a Robert Sapolsky, neurólogo de la Universidad de Standford, publicada en el libro El viaje a la felicidad. Las nuevas claves ciéntificas, de Eduardo Punset:

" [...] Si estudias una sociedad muy estratificada y competitiva como la norteamericana, por poner un ejemplo, compruebas que existen enormes diferencias entre los índices de salud y esperanza de vida según la posición en la jerarquía social. [...] Los factores de riesgo -la salud y el estilo de vida- sólo inciden en un tercio de la curva. Las explicaciones lógicas no bastan. Es preciso tener en cuenta los factores psicosociales. El estrés. Los descubrimientos más importantes al respecto lo corroboran. En primer lugar, demuestran que el estatus socioeconómico determina en gran medida la salud; aunque un indicador aún más fiable que el estatus socioeconómico es el estatus socioeconómico subjetivo, es decir, cómo crees tú que te van las cosas. [...] No se trata tanto de ser pobre, sino de sentirse pobre. El trasfondo de la cuestión es por qué la gente se siente pobre. ¿Por qué la sociedad les hace sentirse pobres? En segundo lugar, descubrimos que no se trata tanto de un problema de pobreza, sino de pobreza en medio de la riqueza. La injusticia, el reparto desigual de la riqueza, es el mayor indicador de que los pobres tendrán mala salud. A nadie le sorprenderá que en Estados Unidos, el país con los ingresos más dispares del mundo, existan las mayores diferencias de salud entre los ricos y los pobres. No se trata, pues, de una visión reduccionista de la salud, sino que está todo ligado con los estados psicológicos de ser pobre y sentirse pobremente tratado por la sociedad".

Datos del Banco de España recogidos en el estudio de Davies, J., Sandström, S., Shorrocks, A., y Wolff, E. (2008):

 El 90% de los hogares en España posee el 58,1% de la riqueza. Un 10% posee el 41,9% de la riqueza. A nivel global, un 10% de la población mundial tiene el 70% de la riqueza de nuestro planeta. Volviendo a España, un 25% de los hogares posee tan sólo el 2,1% de la riqueza del país.

En España, el Gobierno le baja las pagas a los desempleados, sube el IVA ahogando a autónomos y sectores de población más desfavorecidos, sube las matrículas a los estudiantes, obliga a pagar más por los medicamentos, quita las ayudas a los familiares de las personas dependientes... Pero no sube los impuestos a los ricos, ni persigue el fraude fiscal, cometido en su mayor parte por grandes empresas, ni impone el pago del IBI a la Iglesia.

En España se crea desigualdad y pobreza. Se crea estrés, por tanto, y a la larga, enfermedad y muerte. Y ante esta condena a muerte, ¿qué vamos a hacer nosotros? ¿Sentarnos alrededor del Congreso el 25 de Septiembre?

Pena de muerte para ellos. ¡Revolución social! ¡Golpe de Estado Ya!