Todos somos Plaza Cataluña.

Ayer volvimos a dar otra lección más a este país.

Había convocada una nueva manifestación en Málaga, a las 7 de la tarde, y tras el brutal desalojo por parte de los mossos d´esquadra a los acampados en Barcelona, teníamos que responder con más fuerza que nunca, demostrando nuestro apoyo a los indignados de Plaza Cataluña.

¡La reacción fue colosal!

No cabía ni un alma en la Plaza de la Constitución de Málaga. Durante la manifestación, la Alameda llena, más gente que nunca, los gritos llegaban al cielo, indignación popular pacífica y ejemplar. Miles de personas de todas las edades y condiciones de nuevo unidas para exigir una democracia real ya y denunciar el salvaje ataque que habían sufrido los compañeros de Barcelona, que sin provocar a la policía, fueron víctimas de sus golpes injustificados y su rabia psicópata ajena a toda sensibilidad humana (muchas de las víctimas fueron además mujeres y personas ya con cierta edad).

Pero la reacción no sólo se vivió en Málaga, ni mucho menos. Por supuesto en Madrid, en Valencia, en Sevilla, en Granada, etc. ¡En toda España! Y cómo no, en la misma ciudad condal, donde horas después del desalojo, los acampados volvieron a ocupar la Plaza Cataluña, con más unión y más fuerza que nunca, y miles de personas permanecieron en aquel punto durante toda la noche. Y allí siguen. ¡Y que los intenten echar ahora, que son miles!

Y no son sólo los que están allí en Plaza Cataluña. Ayer les demostramos a las autoridades que si quieren usar un instrumento de represión contra nosotros, les conviene usar uno bien grande, porque todos somos Plaza Cataluña, y ellos son nosotros. Ayer les demostramos que si pegan a uno, nos pegan a todos, que si disparan pelotas de goma contra ti, es a mí a quien hieren del mismo modo, y también, que si tiran a uno al suelo, ¡todos nos levantamos con él! Ayer les demostramos no sólo que no les tenemos miedo, sino que son ellos los que deben temer de nosotros. Porque ellos tienen el dinero, tienen las leyes, tienen al ejercito y a las fuerzas del orden, ¡pero nosotros tenemos el orgullo, la dignidad y el poder de un pueblo que lucha unido y de forma pacífica con la convicción de que un mundo mejor es posible, un mundo en el que los ricos no siempre ganen y los pobres no pasen hambre mientras siga existiendo un solo rico, un mundo en el que todos podamos decidir nuestros destino sin tener que delegarlo a aquellos que lo venden por un puñado de billetes, y un mundo en el que las plazas se limpien con escobas, sudor y sacrificios, pero nunca con sangre!

Hoy celebran aquí en Málaga el día de las fuerzas armadas con exhibiciones y desfiles. Como dice Fito de Fito y fitipaldis, en una de sus canciones: "Me da pena que se admire el valor en la batalla / menos mal que con los rifles no se matan las palabras".

Y mucho menos cuando las clama un pueblo entero.