"Si luchas, puedes perder. Si no luchas, estás perdido".


lunes, 23 de mayo de 2011

El día después de...

Se acabaron las elecciones. Pero el movimiento permanece. Y no sólo permanece. Se mueve. Y mucho. Aquí hay mucha gente que parece que todavía no se ha enterado, pero se está cociendo algo. Y nos afecta a todos.

Pasaré a explicar brevemente y con claridad qué es eso que se cuece para que aquellos que todavía no se han enterado, lo hagan. El 15-M se ha marcado un objetivo primordial: mayor participación ciudadana en las decisiones políticas para tener más control sobre las leyes y éstas estén al servicio de todos, y no para facilitar privilegios a unos pocos. Así podremos decidir si queremos que se apliquen recortes sociales o no, si queremos que se prohiban las páginas de descargas en internet o no, si queremos que se rescate a la banca o no, y hasta si queremos que los políticos se bajen el sueldo o... (¿no?).

¿Cauces para llegar a esto? Dos alternativas: más referendums populares por un lado, y por el otro, facilitar la iniciativa legislativa popular reduciendo el número de firmas necesarias para que una iniciativa se debata en el congreso de los diputados o en las asambleas de las comunidades autónomas (de 500.000 a 25.000 o 50.000 se ha propuesto). En Málaga toma fuerza la segunda opción, aunque todavía hay que redactar un texto serio que se encargue de las formas (hay ya gente especializada en derecho trabajando en ello). Fundamental de todos modos para optar por una vía u otra la coordinación con todas las acampadas del movimiento. Coordinación y discusión. Mi opinión personal: iniciativa legislativa popular sí, pero si ésta llega y no se aprueba, que uno de los cauces para saltarnos esa denegación sea el referéndum popular. Si los políticos pueden hacer pactos para gobernar y celebrar votaciones hasta que sale lo que ellos quieren, nosotros también hemos de pensar en los mecanismos que nos den salida a tener una segunda oportunidad. Si no, nos quedamos en las mismas.

Como veis, hay gente trabajando en la plaza (cada plaza de España), luchando por un futuro mejor para todos, un futuro en el que podamos elegir de verdad las leyes que queremos que rigan nuestras vidas, y que éstas no se nos impongan por la fuerza por un partido que se cree con el derecho a hacer lo que le da la gana porque ha salido elegido en unas elecciones que se celebran cada cuatro años. En definitiva, lo que aquí se está cociendo es que tengamos el control sobre nuestras vidas. No todos podemos (y yo el primero antes que nadie) involucrarnos de la manera en la que lo hacen ellos. Pero sí que todos podemos participar de alguna forma: informándose e informando, corriendo la voz, haciendo que internet arda, creando arte aquellos que tengan inquietudes culturales, aportando comida o útiles, llenando de color y de mensajes las fachadas de nuestras casas, o simplemente hablando. Hoy uno de los integrantes de la acampada de Málaga contaba que fue a hacer fotocopias de octavillas y el dueño de la tienda al ver para qué eran le hizo un descuento del 50%. Seguramente a ese hombre alguien le había hablado previamente del movimiento 15-M. Y ese alguien ya estaba ayudando sólo con eso.

En definitiva, el compromiso con los grupos de las comisiones es importante y necesario (están pidiendo que haya gente para ayudar, así que el que pueda que no se lo piense). Pero la iniciativa individual es clave, fundamental, básica, siempre. Porque no somos sólo lo que compramos, por qué lo compramos y a quién se lo compramos. Somos lo que pensamos, lo que sentimos, lo que hacemos y lo que nunca, nunca olvidamos.

No los (nos) olvides. Esto tiene que seguir para delante. Porque algo se está cociendo, y huele bien rico.

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