"Si luchas, puedes perder. Si no luchas, estás perdido".


sábado, 25 de junio de 2016

REFLEXIÓN



Hoy voy a respetar la jornada de reflexión, y por ello, no voy a pedir por tu voto. Sí te voy a invitar a hacer una reflexión. Una curiosa reflexión.

Y es que resulta, valga la redundancia, curioso, el evidente paralelismo entre lo que ha sucedido en Reino Unido y el Brexit y lo que puede pasar mañana, más que previsiblemente, con las Elecciones Generales en España.

El jueves los británicos decidieron sobre su continuidad en Europa. Ganó el "Brexit", el salir fuera de la Unión Europea. En sólo 24 horas, se han reunido más de 1 millón de firmas para repetir el referéndum. Los motivos: ¿puede sólo el 51% de la población decidir sobre el destino del otro 49% restante, más si cabe cuando la mayoría de ese 51% son personas de más de 60 años? Es decir, en RU son las personas a las que les quedan unos 20 años de vida, las que han decidido el futuro de las que les quedan 50 o 60 años de vida, con sólo un 1 y pico por ciento de diferencia.

El paralelismo con las elecciones en España es el siguiente: el PP y el PSOE no son la primera fuerza política en España nada más que partir de los 50 años (en el caso del PSOE) y los 60 años (en el caso del PP). Resulta que la mayoría de las personas a partir de 50 años tienen un trabajo estable o una pensión asegurada. Resulta que la mayoría de los jóvenes en España no tienen trabajo, ni casa, ni futuro... a pesar de que los jóvenes son el futuro.

¿¿¿No es acaso esta situación para, al menos, reflexionar un poco???

Por supuesto, la solución no pasa por prohibir el voto a estas personas o hacer que su voto no valga lo mismo porque "es que como usted va a vivir menos", ni ninguna otra idea demencial de por el estilo que pueda sobreveniros a la cabeza. No estoy escribiendo estas líneas para que el Sistema haga algo para corregir lo que me parece, desde una óptica muy subjetiva, una injusticia social. Escribo esto para que TÚ hagas algo.

Yo en su día me puse a hablar con mis padres, con mi tía y con mi abuela, y les dije que votaran a Podemos. Les dije que si querían que no me volvieran a regalar nada nunca más, ni me dieran dinero para salir, ni me compraran un coche o me ayudasen cuando estuviera flaco de economía... Pero que me dieran su voto. Porque era yo el que no tenía trabajo, porque era yo el que no tenía casa. Porque soy sobre todo yo el que de todos ellos, mira hacia el futuro con más incertidumbre.

Les convencí. Y mi abuela, siendo de Derechas de toda la vida, votó a Podemos, antes de morir.

Alguno pensará que esto es una auténtica barbaridad, un disparate, una anormalidad democrática, que el voto es personal, indelegable, bla, bla, bla... El voto es un acto más, importante sí, pero un acto más de la conducta humana, y se puede hacer sólo pensando en uno mismo, desde una postura rígida e inmovilista, para defender sus propios ideales, o no.

O no.

También se puede hacer como un actor de amor, confianza y solidaridad hacia aquéllos que más quieres. Aunque pienses que aquéllos que más quieres puedan estar equivocados. "Bueno... también lo puedo estar yo. Que decidan ellos al menos".

Me gusta imaginarme a mi abuela pronunciado esas palabras.

Por eso hoy a ti, a ti que no tienes trabajo, que no tienes casa, que quieres pagarte tu ocio y tu coche sin depender más que de ti mismo, a ti te pido que te sientes hoy con tus mayores, con tus padres, con tus abuelos, que te sientes delante de ellos PARA HABLAR, para decir, para contar...

Y para hacer una pequeña invitación, a la reflexión.

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