"Si luchas, puedes perder. Si no luchas, estás perdido".


domingo, 5 de octubre de 2014

UNA CUESTIÓN ÉTICA

Es inmoral, es antiético, gastarse un despilfarro de dinero como directivo de una caja de ahorros que después timaría a sus clientes con las preferentes y que echa a familias de sus casas porque no pueden pagar las hipotecas.

Hasta ahí creo que muchos de vosotros estaréis de acuerdo conmigo. Vale, pero...

También es inmoral, también es antiético guardar tu dinero, o tener acciones en esa caja de ahorros, en ese banco, o en esa empresa privada que paga millonadas a sus directivos mientras despiden a miles de trabajadores aun a pesar de obtener beneficios.

¿Qué esperamos que cambie si no cambiamos nosotros mismos? ¿Cómo construir un mundo mejor si vivimos esclavos de nuestra propia comodidad?

¡Que no es tan difícil hacerse una cuenta en la banca ética! (ver: lista de banca ética/España)

Yo no tengo acciones en ningún sitio, y mis nociones de economía son elementales (aunque al menos las tengo, lo cual considero imprescindible para saber vivir y en qué clase de mundo vivimos). Pero creo que la cosa va más o menos así: esos bancos no son nada sin sus ahorradores y accionistas. ¿Puede ser? ¿¿¿Puede ser???

Estos bancos y corporaciones celebran juntas de accionistas, a las que van algunos accionistas, y muchos me imagino que no van. ¿Cuál es el poder de decisión que tienen esos accionistas en esas juntas? Teniendo en cuenta que estas corporaciones, insisto, no son nada sin el dinero de la gente que pone su dinero en ellas, ese poder de decisión debería ser total. Mucho me temo que no es así.

Pero de todos modos, por ejemplo, en el caso de las tarjetas black de Caja Madrid, estos gastos eran totalmente opacos, por lo que los accionistas y ahorradores ni siquiera sabían que se estaban produciendo. Lo que no habría pasado en un banco ético donde hay total transparencia de la información.

La cuestión, la maldita cuestión, es: si tengo mi dinero en un sitio tengo todo el derecho del mundo a saber qué se está haciendo con él, y si no me gusta, o no lo considero moral ni ético, quiero poder decidir que mi dinero no se use con ese fin, y si no me dejan decidir: ¡coño, cojo mi dinero y me voy!

Y así es como se hace un mundo mejor, hostia puta.

Por cierto, hay formaciones políticas, nuevas y también antiguas, que quieren facilitar este poder en los ahorradores y accionistas desde la administración del Estado. Ayer por ejemplo salió en la tele uno que representa a una de estas formaciones, defendiendo que en época de crisis el Estado podría limitar ciertos sueldos extremadamente altos, aludiendo a que la necesidad de la mayoría está por delante del derecho particular a enriquecerse. No es mal motivo, creo. Y sí, lo dijo el de la coleta, el friki, el populista. Populista o no, a mí me parece que cada vez que habla Pablo Iglesias me transmite una idea principal: JUSTICIA.

Y lo mismo Alberto Garzón, Tania Sánchez, o Pablo Echenique. Podéis acusarlos de ser populistas, inexpertos, ingenuos...

¿¿¿Pero me váis a decir que no son más justos, éticos o morales que los que nos han gobernado hasta ahora???

Si es así ya sé cuál es la diferencia entre los de la tarjeta black y tú: ninguna. Puede que no me entiendas. No te preocupes, es simplemente que se trata de una cuestión ética.

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