"Si luchas, puedes perder. Si no luchas, estás perdido".


domingo, 26 de mayo de 2013

Yo soy más listo que Aznar

Y más guapo y más alto. Y sí, también sé que ninguna de las tres cosas tiene ningún mérito. El título de este post es sólo un vano intento de aparentar tener un ego más inflado que el del ex presidente, pero a eso sí que no le gana nadie.

Reapareció "Jose Mari Power" en una entrevista televisiva, y se ha hablado de ello tanto o más que cuando Mourinho se mete con alguien (es decir, todos los días). Este país, que es así.

"Súper presi"aprovechó para mandarle pullas al actual Gobierno, defender a su hijita (probre), y dejar caer la insinuación de que a lo mejor, quién sabe, pudiera darse el caso... volvía a la política.

Bien, sigo escribiendo para los que han resistido y no se han suicidado después de la impresión. La buena noticia es que dudo mucho que Aznar vaya a volver a la política. La mala que su "amenaza" responde a una necesidad psicológica de permanente reconocimiento (seguramente no fue un niño muy querido) a través de la cual nuestro amado Jose Mari siente el irrefrenable impulso de decirle a los demás que es el más listo de la clase y que tiene las recetas, qué narices las recetas, ¡la fórmula mágica para salir de la crisis!

Pues bien, en un intento de emular a nuestro ídolo, me voy a atrever a compararme con él y decir: ¡yo sí tengo la verdadera fórmula mágica para salir de la crisis! Y no, no es bajar los impuestos, no es aplicar más privatizaciones, ni siquiera es "cargarse a Rajoy" (aunque esto último ayudaría bastante). Qué va, es: que gente como Aznar salga del país y no vuelva más.

Esta crisis que no es una crisis sino una estafa, tiene responsables con nombres y apellidos, tiene estafadores, y los políticos del PP y del PSOE y su altos cargos son coestafadores. Hablo de Aznar, pero también de Felipe González, de Zapatero, de Rajoy, de Rubalcaba, y de todos sus secuaces ahora y en el pasado. Mientras los aparatos de poder y las personas que le dan vida se mantengan en el poder, nuestra maquinaria seguirá estando deteriorada, viciada, inútil, podrida. Por eso no basta con que otro partido gane las próximas elecciones: hay que sacar al gusano de la manzana. Hay que desterrarles a todos.

Y ya sé que esto de obligar al exilio a miles de personas suena muy mal, muy feo, a épocas pasadas nada nostálgicas. Ya, ya... Pero una cosa es ser un nazi o un fascista, y otra por no querer parecer un nazi o un fascista acabar siendo un boy scout. Y no está la cosa como para ser un boy scout. Además, si lo pensáis bien: ¿no se está produciendo ahora, al mismo tiempo que escribo estas palabras seguramente, un exilio obligado para muchos como nosotros que ni se lo han comido ni se lo han bebido?

Hacer el bien a veces supone repartir justamente el mal. La frase me suena de algo. Ah, sí, fue Gallardón: "Gobernar, a veces, es repartir dolor". Pues ya va siendo hora de repartir un poco, precisamente, entre nuestros gobernantes.

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