"Si luchas, puedes perder. Si no luchas, estás perdido".


domingo, 5 de marzo de 2023

EL ASUNTO FERROVIAL



Esta semana se hacía pública la salida en España de la empresa constructora Ferrovial, después de décadas formando parte del tejido empresarial de nuestro mercado. Ferrovial es una de las empresas del IBEX 35, es decir, una de las empresas con mayor liquidez en España. Lleva existiendo desde hace décadas y ha recibido incontables ayudas y contratos por parte de los diferentes gobiernos. La empresa aduce tomar esta decisión porque en Países Bajos (estado en el que tributará a partir de ahora) la calificación de su deuda sería más positiva y eso le permitirá entrar en la bolsa norteamericana. 


Es decir, para expandirse y mejorar, aún más, su margen de beneficios.


Frente a esta noticia, dos posturas. La del Gobierno PSOE-Unidas Podemos, que ha criticado duramente la decisión y ha señalado como responsable de la misma al presidente de la empresa, Rafael del Pino Calvo-Sotelo, la tercera mayor fortuna del país e hijo del fundador de Ferrovial en época franquista. Y la postura de la oposición, que hace responsable al gobierno por no poner en marcha políticas fiscales más atractivas que hagan que las empresas quieran quedarse.


Desde luego, esa es una tesis, aparentemente, muy válida, ¿no? Podríamos pensar que si nos gobiernan partidos que apuestan por una economía más redistributiva en base a los impuestos de todos y a que los que más tienen más impuestos paguen, al final, los que más tienen se van a ir, repercutiendo su marcha en la economía y en el trabajo, por lo que es mejor hacer políticas liberales que contenten a esas grandes empresas y fortunas para que se queden y sigan generando riqueza y puestos de trabajo en nuestro país.


Sin embargo, para los que pensamos diferente, la noticia de Ferrovial no tiene por qué significar una falla de las políticas social-demócratas, sino una oportunidad. Una oportunidad para reafirmarse en estas políticas, que, al contrario que las liberales, no persiguen como máximo objetivo la libertad individual y empresarial, libertad que en la mayoría de los casos es usada para el enriquecimiento personal y que tienen como consecuencia el acaparamiento de las riquezas en manos de unos pocos, sino que buscan como máxima la igualdad social. Porque, donde se va Ferrovial, queda un hueco, y ese hueco puede ser ocupado por mejores empresas. Empresas con alma.


El mensaje de que se pueden hacer las cosas, en el ámbito de las organizaciones, de una manera diferente a como se han estado haciendo en los últimos tiempos, está calando entre la gente. Y, aunque todavía somos minoría los que pensamos así, cada día somos más. Cada vez hay más empresas concienciadas con el medio ambiente y con una economía más justa y social. Y no solo las empresas, también los autónomo y los pequeños comercios. Cada vez hay más personas que quieren ganarse la vida, y ganársela bien, pero teniendo en cuenta el impacto que provocan en el planeta y en la sociedad en la que desarrollan su actividad.


El caso Ferrovial es una oportunidad. Una oportunidad para decirles a los capitalistas despiadados, aquellos que priorizan los beneficios económicos por encima de cualquier valor ético y moral, que no los queremos, que se vayan, que no cuenten con nosotros, y que ya vendrán otros, otros mejores. Una oportunidad, en definitiva, para empezar a desarrollar una economía más sana, justa y humana.


Por favor, políticos, empresarios, vecinos... no perdáis esta oportunidad. Gracias.

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