Para que haya corrupción, son tres los actores que intervienen: el que corrompe, el político que se corrompe y el ciudadano que les vota. Y tan corrupto es éste como los otros dos.
Estoy harto de oír que la culpa de
la crisis es del que ha dejado la herencia o del que la ha recibido, de los
banqueros o de los de los paraísos fiscales. Sí, claro que todos ellos son
corresponsables de la situación actual. Pero, ¿y tú, votante del PP y del PSOE?
Estoy harto, y como estoy harto,
hoy, harto de ti, te señalo y te acuso:
De legitimar con tu voto la
corrupción que sufre este país de esquina a esquina.
De premiar políticas ineficaces que
no obtienen resultados y que además causan sufrimiento e indignación.
De volver a confiar en aquéllos que
no se cansan de mentirte y aprovechan tu voto para obtener carta blanca y hacer
sólo lo que más les conviene.
Tú, ciudadano, mal ciudadano,
tienes tan poca vergüenza y tanta bajeza moral como los Bárcenas o los Felipe
González. Sí, Felipe González, ese héroe del socialismo que ahora es un burgués
acomodado en el sillón de la directiva de una multinacional privatizada cuando
él mismo era presidente. O Jose María Aznar, ¡el presidente del milagro
económico!… y también un criminal de guerra, e iniciador de la burbuja
inmobiliaria que agravaría las consecuencias en nuestro país de una crisis
mundial. Consecuencias que aún padecemos.
¿Y ésos son tus referentes? ¿A eso te agarras para seguir votándolos?
Yo, hoy, te señalo y acuso, votante
del PP y del PSOE, de ser tan indigno, miserable, insensible, ignorante y
déspota como los partidos a los que votas. Sí, déspota, porque con tu voto
frenas el cambio que tanto necesitamos la gente maldita de mi generación, la de
los 80´s, la de los 90´s. Dos décadas perdidas, repletas de jóvenes con esperanzas
que se hacen añicos. Jóvenes con títulos universitarios que se ven obligados a
emigrar, jóvenes con más de treinta años que ven como la vida se les escapa en
casa de sus padres y no pueden vivir con independencia, ni casarse, ni tener hijos. Y esos padres y
abuelos, que se ven obligados a criar a sus nietos. De esta pena, tú tienes
culpa, tú eres responsable.
Y ojala algún día todo el peso de
la justicia caiga sobre ti. Porque si somos generación maldita es porque
vuestras conciencias están malditas.
Y respecto a los que no votáis a PP
y PSOE pero tampoco pensáis votar a Podemos. Siempre he creído que decantarse
por otras formaciones políticas que me parecen muy respetables, como IU, UPyD o
Ciudadanos, era también, una opción respetable.
Hoy, reniego de esa opinión.
Hoy, en un mitin de Podemos en
Málaga, mi ciudad, escuchaba a Pablo Iglesias y Teresa Rodríguez, la candidata
a Presidenta del Parlamento Andaluz, ¿y sabéis cuál era la palabra que más han
repetido? Responsabilidad.
Con la aparición y posterior auge
de Podemos, la oportunidad de cambio se ha convertido ahora en una
responsabilidad de cambio. Y debemos dejar al margen preferencias políticas e
ideológicas para hacer posible el fin de la corrupción y las políticas que
atentan contra la ciudadanía y que tanto dolor vienen causando.
Si UPyD fuera hoy en las encuestas
el partido capaz de arrebatarle el poder a las mafias que se han instalado en
nuestras instituciones, os juro que, despojándome de mis prejuicios, mis
convicciones y mi ego, votaría a UPyD. Pero ese partido hoy es sólo Podemos.
Podemos representa hoy la oportunidad real de cambio.
La oportunidad nos la dan ellos. La responsabilidad, es sólo nuestra.
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