No te propongas cambiar el mundo; proponte CAMBIAR TÚ (Vol. 1).

Y es que, todo cambio social va precedido de muchos pequeños cambios individuales.

En el anterior post critiqué abiertamente al 15-M (queriendo arengar con mi crítica, no desanimar) por no haber sabido provocar un impacto significativo en los órdenes económicos y políticos de nuestro país. Algunas cosas están cambiando, cierto (el PSOE borrado de las pasadas elecciones; desahucios que se demoran, bancos que proponen la dación de pago, corruptos que pagan por sus fechorías... uy, no, perdón, en esto último me he colado), pero... ¿Sabríamos decir si estamos mejor o peor que aquel 15 de Mayo que parece ahora que queda tan lejos?

Bueno, si cogemos como referencia los datos actuales del paro, la respuesta viene a ser bastante sencilla, ¿verdad?

Pero donde sí se ha notado el cambio es en lo social; EN LA GENTE. La gente está cambiando el chip, está cambiando su forma de pensar, se está moviendo, está haciendo funcionar (por fin), su cerebro. La indignación no para de contagiarse.

Y de esta plaga ha surgido una legión, un ejercito de mentes pensantes, de voces que no se apagan, de almas que huyen de la resignación. Hemos tomado partido, ahora somos todos del mismo bando.

Bien, pues actuemos, desde nuestra individualidad, como un equipo.

Para ello os voy a proponer un ejercicio muy sencillo (y os aseguro que es muy sencillo, porque yo lo he hecho). Pero antes os voy a lanzar una pregunta: ¿qué hacemos con nuestro dinero?

Así se titula el primer capítulo de la 7ª temporada del programa Salvados, "¿Qué hago con mi dinero?", en el que el follonero entrevista a un ex empleado de la banca (en el video de arriba lo podéis ver) que relata como los trabajadores de los bancos deben vender, siguiendo las directrices de sus superiores, productos financieros a sus clientes, aún a sabiendas de que son malos y pueden hacerles perder su dinero y ahorros. En fin... De la banca a mí particularmente no hay nada ya que me pueda sorprender. Por cierto, quien sí me sorprende siempre, y abro un pequeño paréntesis con esto, es el genial escritor, humanista y economista, Jose Luís Sampedro. En el mismo programa, el follonero le hizo también una entrevista que no tiene desperdicio y que por supuesto os recomiendo.

Cierro paréntesis.

Volviendo pues a lo de la banca... O sea, ¿qué estamos haciendo con nuestro dinero? Y, sobre todo, como indignados: ¿qué coño estamos haciendo con nuestros dinero, tíos/as? A ver, sabemos lo que somos, hacia dónde vamos, y la mierda que nos ha traído aquí, ¿no? Pues, repito: ¿qué coño hacemos guardando nuestro dinero en un puto banco? Y ante esta pregunta surge otra inevitable: ¿y entonces qué? ¿Qué hago con él, lo guardo debajo del colchón, lo quemo?

Hay otras alternativas más razonables; por eso os voy a hablar de la banca ética. 

Pero eso, para no cansaros, será en el siguiente post, el volumen 2.

Anonymous se consagra como el ejemplo a seguir para el 15-M.

El pasado 15 de Enero se celebró una jornada de reivindicaciones a nivel estatal, a favor de la Sanidad pública y en contra de los recortes en este sector. La participación, como os podéis imaginar, no fue especialmente masiva. No es ningún secreto a voces: el movimiento está apagado o fuera de cobertura.

Es normal.

¿Qué nos podemos esperar después de una gran jornada como la vivida el 15 de Octubre y que obtuvo una repercusión = 0? Y sé que me repito con esto, pero es necesario volver a incidir en esta cuestión: nos mean y dicen que llueve, salimos a la calle a decirles que nos hemos dado cuenta de que nos están meando, y aún así, no tienen la decencia de parar y abrocharse la cremallera, simplemente nos siguen meando mientras con una sonrisita descarada nos dicen, "Lo siento tío, es lo que hay".

¿Y cómo respondemos nosotros? Cantando "Lo llaman democracia y no lo es..." Pues me parece a mí, que no va a ser suficiente.

El 15-M ha servido para muchas cosas. Y sigue sirviendo y servirá. Entre ellas, para crear clima. La gente está indignada, y ya no se limita a expresarlo con los compañeros de trabajo, la familia o en la barra de un bar. Ahora, cada vez que aparece un caso de injusticia social, por pequeño que sea, podemos ver, en cualquier rincón de este país, a gente ocupando el espacio público para realizar una acción de protesta, organizándose para evitar un desahucio, juntándose para sacar en grupo esa ira que cada vez está más a flor de piel. Las calles están calientes. Es cuestión de tiempo que empiecen a arder.

Pero es Internet la que ya se está quemando.

Ayer el servidor Megaupload fue cerrado por el FBI, al tiempo que diversas personas que trabajaban para este servidor (de descargas, por si hay alguien que no lo sepa) o bien lo dirigían, eran detenidas. Pocas horas después, el grupo clandestino Anonymous, una red organizada de hackers de todo el mundo, bloqueaba e inutilizaba la webs de diversas organizaciones, entre ellas las del departamento de justicia de Estados Unidos y la de la productora Universal Music, en lo que se ha denominado la "operación represalia". La red está inundada de noticias de este tipo, pero aquí podéis leer una de ellas: http://www.rtve.es/noticias/20120120/anonymous-comienza-operacion-represalia/491017.shtml?utm_source=twitterfeed&utm_medium=twitter No queda aquí la cosa: la división de Anonymous en América Latina, advierte al mismisimo presidente de EEUU que, si no da marcha atrás en esta política contra la libertad en Internet, volverá a atacar de una forma mucho más contundente. Aquí podéis ver el video de la advertencia:



En una sola frase: ESO ES ECHARLE HUEVOS.

Sí, vale, puede que operen desde la clandestinidad, pero igualmente corren mucho riesgo porque si son localizados les enchironan fijo. Y ellos además no cuentan con la gran ventaja del 15-M: QUE SOMOS MUCHOS.

¿Qué vengo a decir con esto? Pues que ya es hora de ser más INTRUSIVOS con el sistema. Mierda, que ha llegado la hora de joderles, coño. Joder a un sistema que nos jode, que nos explota, que nos humilla, que nos ignora y que nos hace rabiar como perros porque como perros nos trata.

Por eso, desde aquí, quiero volver a presentar una idea, un concepto, una táctica... Creo que en este momento el movimiento anda bien falto de ellas. Quedaos con estas tres palabras: ACCIONES MASIVAS PACÍFICAS. ¡Pero cuidado!, pacífico no es disfrazarse de hippy e ir repartiendo florecillas entre los policías, no; pacífico es ser intrusivo, ser pacífico implica resistencia, desobediencia civil, y sí, claro, por qué no, REBELIÓN. Y lo que yo propongo es realizar acciones rebeldes, a nivel estatal. Que si decidimos ocupar un banco lo hagamos en cada banco de España, el mismo día y a la misma hora; que si nos echamos a la carretera a cortar el tráfico en autovías y autopistas, lo hagamos desde Málaga a Girona. Llamaremos mucho más la atención, la gente volverá a enchufarse y, sobre todo, joderemos más.

A ver si así paran los jodidos hijos de puta de mearnos de una vez.