"Si luchas, puedes perder. Si no luchas, estás perdido".


lunes, 31 de marzo de 2025

OS HABÉIS APIJADO



Creé este blog una primavera como ahora, pero de hace ya casi catorce años. Lo hice con la intención de ser parte de un cambio. Hoy, algunas canas después, estoy más convencido que nunca de que no veré ese cambio en vida. Pero sigo plantando semillas. Y la primavera, con sus lluvias (cuando tenemos la suerte de que llueva), es buena época para plantar.


El PSOE es el equivalente en la política de España al partido demócrata en Estados Unidos, un partido social-liberal. Muy socialista, y, como ellos mismos no se cansan de decir ahora, progresista. Progresista para los derechos humanos, los de las mujeres, los de los lgtbiq+, los de los inmigrantes…, pero solo un poco menos liberales que el PP para la política laboral y económica. Para eso son bastante conservadores. 


Las personas trans están muy bien protegidas con el PSOE (y menos mal); los trabajadores (y muchos trans lo son también), abandonados. Esto es así no porque el PSOE quiera, sino porque no le echa genitales (ya sean masculinos o femeninos) ni a una Europa en su gran mayoría liberal, ni a unos mercados que amenazan con dejar de invertir y marcharse a la mínima. Creen los del PSOE que actúan con inteligencia al no desatar la furia chantajista ni de unos ni de otros. 


Sin embargo, ¿no hay alternativas a esa sumisión que practica el PSOE? Y, sobre todo, ¿no hay alternativas más inteligentes? Como, por ejemplo, la redistribución de la riqueza con más impuestos a los que más tienen (pero de verdad, no como ahora). Y si los chantajistas insolidarios, ante esa política fiscal firme con ellos, se marchan, dejarlos marchar. Para tener gente que crea acumula riqueza de esa manera tóxica, mejor que se marchen. 


Porque siempre podemos compensar las pérdidas económicas y de empleo de esas empresas y fortunas, captando otras. Otras empresas que sí sean éticas, o ayudando a su creación en España. Empresas que apuesten por un crecimiento sostenible, a nivel económico y ecológico, que respeten el entorno, a las personas y a las comunidades. Fomentar el cooperativismo. Esa es la riqueza que necesitamos y por la que el PSOE, cobarde, no se atreve a apostar, porque la otra da mejores números (según a quién). Pero también da peor tejido social. 


Ahora bien… no es toda la culpa del PSOE. Apostar por un modelo de negocios más ético y un modelo social más cooperativo y amable conllevaría sacrificios no solo para los más ricos, también para los de en medio. Y la clase media acomodada española (y del resto de Occidente), se ha acomodado tanto, se ha apijado tanto, que se ha vuelto terriblemente susceptible a cualquier pérdida de poder adquisitivo, de tren de vida, de estatus. Y no lo aceptaría. 


¿Tan trágico sería no poder comprarle a tus hijos un puto Iphone? No digo el último modelo de Iphone, digo un puto Iphone. 


¿Tan dramático sería no poder viajar dos veces al año y tener que hacerlo solo una vez, o un año sí y un año no? 


¿Tan aburrido sería no poder comer o cenar fuera todos los fines de semana, y, cuando no lleguemos a fin de mes, quedarnos en casa? 


¿Tan dependientes somos de lo externo? ¿Tan ricos en cosas y pobres de espíritu? 


Nuestros abuelos no eran así. No tenían tanto, no salían tanto, no consumían tanto, y, como ahora, a veces eran felices, cuando podían. Ah, por cierto, y no se inflaban de ansiolíticos. 


Se os llena la boca para decir que queréis erradicar la pobreza, acabar con el hambre en el mundo y estrechar desigualdades sociales y económicas, pero, a la hora de la verdad, cuando hay que hacer esfuerzos y sacrificios, os rendís a la distracción y al confort, a la seducción vacía de las cosas, a la adicción a experiencias que provocan mucho placer, pero nada de curtimiento. 


El 5 de abril salimos en toda España porque, precisamente, algunas personas en este país que tienen la suerte de poder contar con una fuente de ingresos aparte del trabajo o la pensión, por disponer de una segunda vivienda (o varias segundas viviendas), prefieren priorizar su oportunidad individual de codicia, para seguir ampliando más, todavía, su vida acomodada, frente a la necesidad social de una vivienda. Y el PSOE, por supuesto, las ampara. 


Pero nosotros, los que no tenemos tanta suerte, los que vivimos únicamente de nuestro trabajo y encima tenemos que soportar que otro trate de apropiarse de más de la mitad de nuestro sueldo, por “¡el lujo!” de vivir entre cuatro paredes y un techo, nos vamos a defender. De lo que es un abuso, de lo que es explotación, de lo que es violencia económica legitimada por jueces, tribunales, gobierno... Sistema. 


Vamos a cargarnos este puto sistema. Lo vamos a matar. Y lo vamos a volver más humano. No sé cuándo ni cómo ocurrirá, y seguramente yo no viviré para verlo, pero… estoy plantando semillas. Por favor, plantémoslas juntos.


Que ya se vuelven a sentir los aires de otra rebelde primavera. 

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