"Si luchas, puedes perder. Si no luchas, estás perdido".


sábado, 13 de junio de 2015

HOY PUEDE SER UN GRAN DÍA



Y qué mejor día para celebrar el post nº 100 de Diario de una Revolución Ética que el día de la investidura en muchos ayuntamientos de la Unidad Popular, del Cambio.

¡Adiós Botella, bienvenida Carmena! ¡Adéu Trias, hola Colau! ¡Vete al carajo Teófila, ole tus güebos "Kichi"!

Es motivo de celebración, hoy puede ser un gran día: el día en que el pueblo recupere la casa del pueblo. Y digo "puede" porque habrá que ir demostrándolo cada día del mandato. Aunque, ya desde los primeros gestos y palabras de los nuevos alcaldes se palpa y se respira que algo va a cambiar.

¿Será suficiente tiempo de aquí a Noviembre, en las elecciones generales, para que la sociedad perciba, a  través de medidas concretas y resultados precisos en la política municipal, que éste es el camino, que la soberanía popular debe residir en auténticos representantes del pueblo, y no en peleles de los poderes económicos? Veremos...

Pero otra cuestión no menos importante se nos presenta ahora en un futuro a corto plazo: el éxito en las municipales ha demostrado lo que desde este post llevo defendiendo desde hace tiempo, lo que se sabe desde hace mucho más: LA UNIÓN HACE LA FUERZA.

Han sido candidaturas de Unidad Popular las que se han hecho con los ayuntamientos más importantes de España. Sí, la mayoría representadas por miembros de Podemos, pero no sólo Podemos estaba en esas listas. Ha sido la unión con otras fuerzas lo que ha ilusionado a la gente y movilizado su voto.

Desde aquí por tanto, un servidor se hace oír, entre otras muchas voces, para pedir esa coalición de fuerzas que llegue unida a las elecciones generales para derrotar a La Casta. Porque tendremos más posibilidades si vamos juntos.

Por otra parte, seamos honestos: PODEMOS ES YA UN FRENTE DE UNIDAD POPULAR. El primero de ellos que se creó. Podemos son gente del PAH, de Democracia Real Ya, del 15M, de las Mareas, de otros partidos. Podemos son personas que un día se cansaron de manifestarse, de quejarse, de patalear, de ponerse frente a la policía en los desahucios, de recoger firmas y que no sirviera de nada... Y dieron un paso más. Tratar de cambiar la política, haciendo política.

Podemos son estudiantes, profesores, enfermeras, médicos, parados, jubilados... Gente normal y corriente que nunca pensaron hacer de la política su profesión, y que si ahora se ven metidos en éstas es porque se han sentido con la obligación moral de hacerlo: para que no haya un desahucio más, ni más ERES injustificados, ni más despilfarro institucional mientras haya familias con hijos pasando hambre.

Que me encantaría que Podemos se unieran a IU, y a EQUO y a todos los que quieran ir juntos en esta aventura por recuperar la soberanía popular, ¡me encantaría! PERO YO NO SOY PODEMOS. No lo soy porque no voy cada semana a las asambleas o a las reuniones de trabajo. Podemos hoy está formado por muchas personas que trabajan durante horas cada día y se quiebran la cabeza buscando la mejor solución para cada problema.

Podemos no es alguien debatiendo sobre política en un bar. Podemos no es un tipo escribiendo en un post.

Dejémosles trabajar, dejémosles decidir. Y sea lo que sea que hagan, PODEMOS.

miércoles, 3 de junio de 2015

YONQUIS DEL DINERO

Antes vestía traje y corbata, dirigía una empresa pública y se llevaba comisiones ilegales.

El otro día apareció ante los medios en la puerta de los juzgados. Llevaba pintas de bucanero, aparentaba formas de hippie budista y dijo que ahora se dedica a su huerto y a la meditación.

Más allá del show mediático y de la autenticidad de sus declaraciones, lo que me llamó la atención de Marcos Benavent, implicado en caso de corrupción en la Comunidad Valenciana y cuyas grabaciones guardan el aviso de destapar una nueva trama de saqueos en el PP, fue esta frase:

"Yo antes era un yonqui del dinero"

Es evidente que en política, y la corrupción así lo atestigua, hay mucho yonqui del dinero, es decir, gente capaz de perder todos los escrúpulos a costa del dinero porque éste, al ser adictos a él, se ha convertido en su prioridad absoluta.

Pero más allá de la evidencia, la frase provocó que me hiciera la siguiente pregunta, que ahora quiero trasladarte a ti:

¿Es verdad que el poder corrompe?

A pesar de las diferencias de opinión, que seguro que las hay, lo cierto es que la idea de que el poder corrompe es una creencia bastante extendida en la sociedad. Sin embargo yo ahora estoy absolutamente en contra de tal aseveración, y te pondré un ejemplo para apoyar mi postura:

¿Nunca te has preguntado por qué suceden tantos casos de pederastia en la Iglesia, o en el ámbito educativo? ¿Casualidad? ¿Acaso es que los niños provocan a los curas o maestros? Afirmar eso sería enfermizo. La verdad es que, y esto lo sé porque me lo enseñaron en la facultad de psicología, los pederastas llegan a estar tan obsesionados por el deseo de tener sexo con niños que, de un modo más consciente o menos consciente, ese deseo llega a dirigir sus vidas, de manera que acaban haciéndose curas o maestros porque saben que en esos entornos van a tener más fácil el acceso a los niños.

Ahora extrapola este ejemplo a la corrupción en política.

Como diría José Mota: ¿te has dado cuenta tú también, eh?

Los políticos corruptos no se corrompen cuando llegan al poder, los políticos corruptos ya vienen corruptos de casa. Y ese acercamiento a las instituciones públicas por parte de personas adictas al dinero se viene dando desde la transición, con la consecuencia ya de sobra conocida:

La usura se ha institucionalizado.

Pero la dinámica ha cambiado en los últimos años, y las nuevas formaciones no responden al viejo patrón. ¿Por qué? Porque formaciones como Podemos y Ciudadanos nacen precisamente como una respuesta a esto. Las personas de estas formaciones son mayoritariamente gente normal, con sus profesiones y oficios respectivos, y que no pensaban dedicarse a la política, pero que se han visto en la obligación moral de hacerlo para evitar de una vez por todas que los asuntos comunes sigan delegándose en tipos y tipas sólo interesados en sus beneficios particulares.

Erradicar esa institucionalización de la usura, prioridad social que por cierto se ha convertido en imprescindible si queremos conservar el estado del bienestar, no corresponde sin embargo sólo a ellos:  es una responsabilidad sobre todo nuestra. Por eso votar a las viejas formaciones del PP y PSOE, que mantienen este paradigma viciado, es mantener un sistema corrupto e inmoral. Es un acto de mal ciudadano.

El buen ciudadano sin embargo se enfrenta a un problema nada despreciable: la fragmentación del cambio. Si queremos hacer realidad el cambio de paradigma, la solución pasa por la unión de fuerzas políticas que aunque con ideas distintas, comparten el objetivo común de erradicar este sistema corrupto. O bien: si ellos no se unen nos tendremos que unir nosotros y dirigir nuestro voto a una de esas fuerzas para que gane las elecciones.

Las encuestas ya hablaron en este sentido y llegaron a dar a Podemos como el primer partido político en intención de voto, algo antes nunca visto. Y no digo que Podemos sean más listos, más guapos y más buenos que Ciudadanos, que a lo mejor sí.

Lo que digo es que la prioridad es el cambio. Mucho más allá de ideas, medidas concretas o de las siglas. Y es una prioridad porque el dinero que es de todos y que se usa para el bien común, no puede seguir estando en manos de yonquis del dinero.