"Si luchas, puedes perder. Si no luchas, estás perdido".


domingo, 13 de abril de 2014

NO ES COSA DE CHISTE

El siguiente chiste anda circulando por las redes sociales:

-He fundado un partido para sumar todas las fuerzas de izquierda.
- Y yo otro.
- Y yo otro.
- Y yo otro.
- Y yo...

Tiene gracia, pero es más serio de lo que parece.

Porque estamos en un momento muy importante de nuestra historia colectiva. Decisivo, quizá un punto de no retorno. Un momento que puede llegar a ser dramático. No, trágico.

Estamos saliendo de la crisis.

Y eso es malo, muy malo.

Lo explicaré, siguiendo con los chistes, con un ejemplo sacado de un fragmento del espectáculo de un cómico: "Un español intenta pasar un mueble por un sitio en el que no hay suficiente hueco, y qué hace, ¿se rinde? No, el español dice que por sus santos cojones el mueble pasa, y al final, acaba pasando. Claro, os preguntaréis cómo va a pasar si no había hueco. Destrozado, el mueble pasa destrozado. Pero pasar, pasa".

Creo que entendéis el símil, ¿verdad? Recortes, privatización, pérdida de derechos laborales y retroceso de derechos civiles, sueldos más bajos, precios más altos, legitimación absoluta de la precariedad laboral... A cambio de empezar a crecer económicamente de nuevo.

Vamos a salir de la crisis, sí, pero vamos a salir destrozados.

Además: el paro residual en España, que antes de la crisis bien podía estar en torno al millón de personas, se va a mantener bastante más alto. No me imagino, por muchos años que pasen y muy bien que se hagan las cosas (siempre y cuando las sigan haciendo los mismos) un escenario en el que bajemos de los dos millones de parados.

Además: que un país crezca no supone que solucione sus problemas de pobreza. Ahí están China o Rusia de ejemplos. ¿Cómo es posible esto? Por la desigualdad. En mi casa puede entrar mucho pan pero si se lo come todo uno y al resto nos deja sólo las migajas, al final, nos moriremos de hambre.

Y España tiene un grave problema con la pobreza. Somos el segundo país de la UE, tras Rumanía, en pobreza infantil. Vergonzoso. 

Pero, ¿por qué este es el momento importante? Porque estamos a las puertas de un posible cambio político. Un cambio que no sea volver a lo de antes. Un cambio verdadero. Una alternativa.

Lo malo es que no hay sólo una, sino muchas, que quieren más o menos lo mismo, pero que no se ponen de acuerdo en casi nada. 

Lo malo es que tal como están hoy, los de siempre le van a dar una paliza a los que tratan de representar el cambio. Así que ni cambio ni ná.

Pero todavía es posible que eso no pase. Sobretodo, necesitamos una fuerza política que se comprometa a trabajar para solucionar las prioridades de la mayoría popular, y no de lo que decidan unos pocos que es lo prioritario, que es lo que se hace ahora. Y estoy convencido de que la mayoría de la gente lo que quiere es detener esta emergencia social que vive nuestro país. Millones de familias sin ingresos. 50% de jóvenes en paro. Niños pasando hambre en los patios de los colegios.

¿Pero esto qué coño es? ¡Ni hablar!

¡No quiero salir de la crisis, no quiero crecer económicamente, no quiero trabajar más y ganar menos para seguir engordando a los peces gordos de siempre! ¡Sí quiero una fuerza política unida que me garantice que todo eso se acabó y que están a muerte con nosotros!

Nosotros, pueblo, somos el cambio. Sólo tenéis que lanzar una promesa para conseguir nuestro voto: darnos representación real, verdadera soberanía popular. Sólo... os tenéis que poner de acuerdo en eso.